El principal objetivo de la Organización Mundial del Comercio es la liberalización de los mercados y la eliminación de barreras a los intercambios comerciales. No obstante, la OMC asegura que, aunque su política para mejorar el mercado pasa por la apertura, "en determinadas circunstancias sus normas apoyan el mantenimiento de obstáculos al comercio: por ejemplo, para proteger a los consumidores o impedir la propagación de enfermedades". Así, de una forma más amplia, la Organización sería garante de todas las partes implicadas en el comercio mundial.